El colectivo gitano rumano es uno de los más desconocidos,
estigmatizado e ignorado, de los que más estereotipos negativos, titulares de
prensa y rechazo acumulan. Desde los primeros asentamientos de población gitana
rumana inmigrante en nuestro país, la asociación con la delincuencia han sido
constantes.
No hay estudios fiables que digan el porcentaje de gitanos
rumanos se dedica a la delincuencia pero si podemos poner ejemplos, casos
reales para que esa parte de la sociedad española que muestra una actitud
racista hacia ellos se dé cuenta que no el 100% vive de la delincuencia, que
muchos de ellos vienen a España buscando una vida mejor, como los españoles lo
hicimos en su momento y estamos volviendo a hacerlo. Cristian es un gitano rumano que llegó hace
algo más de tres años a España. Afirma que en Rumanía también existe mucho
racismo hacia los gitanos como él. Quiso entrar en la universidad y le pusieron
pegas por ser gitano así que decidió salir del país y venir a España. Tras
meses malviviendo porque le pagaban una miseria por trabajar escuchó que en el
País Vasco había mejores oportunidades. Han pasado ya tres años de eso y ahí
sigue, encargado de recepción y comedor de un hotel en un pequeño pueblo de
Euskadi, totalmente adaptado pero sin perder la cultura gitana.
Poco después de la llegada a Europa del pueblo gitano
comenzaron a manifestarse actitudes de rechazo hacia esas personas que no se sabía
muy bien de donde venían y que siguen hoy en día. En el Siglo XIV había gitanos
que eran esclavos de la monarquía o la iglesia. El siglo XX trajo más
calamidades para los gitanos. Con el Holocausto Nazi se produjeron matanzas e
incluso se realizaron experimentos con niños gitanos. Se calcula que al término
de la II guerra mundial entre un 70% y un 80% de la población gitana fue
exterminada por los nazis. Desde entonces hasta ahora el pueblo gitano ha
seguido siendo objeto de conductas racistas. Sarkozy, vulnerando el tratado Schengen
de libre circulación de ciudadanos europeos, deportó a cientos de gitanos
rumanos y desmanteló sus campamentos.
Ejemplos como estos muestran el sufrimiento de un pueblo a lo largo de
la historia, en nuestras manos está cambiar el curso de los acontecimientos.
Una de las quejas de este colectivo es que los medios ayudan
a crear y difundir los estigmas hacia ellos. Cuando un gitano comete un delito
se asocia inmediatamente el delito con lo gitano. Yo como periodista me
pregunto si de verdad es importante dar prioridad a la nacionalidad al contar
una noticia y si los medios podrían, con un pequeño esfuerzo y tratando todas
las noticias por igual, sin importar quién la protagonice, ayudar a erradicar
los estereotipos.
La realidad de cada ser humano es única, ya sea gitano, payo,
rumano, español, chino o americano. Cada persona es única y dueña de su
comportamiento. El pueblo gitano rumano son muchas personas, cada una con una
realidad, por lo que es injusto que se generalice.
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